Según cuenta una leyenda en el interior de Ayasofya hay una columna que llora de pena por el sultán Vedud y para su construcción se utilizó saliva de Mahoma. Es fácil de reconocer ya que siempre hay una cola de gente frente a ella. Está situada cerca de las escaleras de acceso a la segunda planta. También es conocida como la columna de San Gregorio. La columna está forrada de cobre y tiene un agujero en el centro, en él se tiene que colocar el dedo pulgar y hacer un giro de 360º. Si sale mojado gozarás de buena salud.
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Clàudia en la columna que llora |
En la segunda planta está la tumba del duque veneciano Enrico Dandolo que data de 1205. Desde los balcones de la segunda planta se tienen unas vistas excepcionales de la sala principal de
Ayasofya.
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Clàudia y Àlex en la segunda planta de Ayasofya |
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Vista del interior desde la segunda planta |
Por la proximidad de los dos edificos desde Ayasofya se tienen unas bonitas vistas de la Mezquita Azul.
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Vista de la Mezquita Azul desde una ventana de Ayasofya |
La Mezquita Azul
La Mezquita Azul es la más importante de la ciudad. Su nombre en turco es Sultanahmed Camii (Mezquita del Sultán Ahmed) que la mandó construir en el año 1609. Las obras duraron siete años. La mezquita se construyó en el lugar que ocupaba el antiguo palacio de Constantinopla y justo enfrente de Ayasofya.
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Vista de la Mezquita Azul y el Bósforo |
Cuando estás en los jardines que separan los dos monumentos tienes la sensación de que sus dimensiones son similares, pero no es así. La Mezquita Azul es aproximadamente la mitad de Ayasofya.
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En los jardines ante la mezquita se concentran siempre muchos ciudadanos |
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Vista comparativa de los dos monumentos |
El estilo de la mezquita mezcla el arte islámico clásico con el arte bizantino presente en la vecina Ayasofya.
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Vista de la Mezquita Azul |
La forma de la mezquita es irregular ya que se adaptó a las restricciones del emplazamiento. El exterior cuenta con un sistema ascendente de cúpulas y semicúpulas apoyadas en enormes pilares que termina en una gran cúpula central, como Ayasofya. Esta cúpula tiene 23 metros de diámetro.
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Detalles de las cúpulas superpuestas y la gran cúpula central |
La Mezquita Azul tiene seis minaretes. En el momento de su construcción este hecho causó mucho revuelo ya que seis minaretes sólo los tenía la mezquita de la Meca. Posteriormente, ya para marcar la diferencia, a la mezquita de la Meca se le añadió un séptimo minarete. Cuatro de los minaretes se encuentran en las esquinas de la mezquita y dos de ellos en el patio.
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Vista de la mezquita en la que se pueden apreciar los seis minaretes |
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Detalle de uno de los minaretes de la Mezquita Azul |
La fachada principal se encuentra frente al famoso Hipódromo de Constantinopla y es la que sirve de entrada a los fieles. A través de ella se accede al patio, que es casi tan grande como la propia mezquita y está rodeado por galerías.
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Vista general del patio de la Mezquita Azul |
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Galerías que rodean el patio |
En el centro se encuentra la fuente hexagonal, que resulta pequeña en comparación con las dimensiones del patio.
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Detalle de la fuente hexagonal y las cúpulas |
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Otra vista del patio con la fuente y uno de los minaretes |
El azul de su nombre se debe a los más de 20.000 azulejos de ese color, hechos a mano, que decoran la cúpula por dentro y la parte superior de la mezquita. Todos los azulejos provienen de la ciudad turca de Iznik. Los azulejos representan flores, frutas y cipreses.
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Decoración del interior de la cúpula de la Mezquita Azul |
El precio de los azulejos fue marcado por el sultán y durante el proceso de construcción de la mezquita el precio subió. Esto ocasionó que los azulejos que se colocaron en los últimos años de construcción fueran de peor calidad que los primeros.
Sus más de 200 vidrieras, de complejos diseños, iluminan con luz natural todo su interior, además de las numerosas lámparas de araña que adornan su techo y proporcionan luz adicional. La decoración también incluye pinturas y versos del Corán.
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Vidrieras de la Mezquita Azul |
El suelo de la mezquita está cubierto de alfombras que los fieles van donando y se van cambiando cuando se van desgastando. El mihrab es de mármol esculpido y con inscripciones del Corán. A la derecha del mihrab se encuentra el minbar, es el lugar donde el imán se coloca cuando dirige el rezo de los viernes. La mezquita está diseñada de forma que aunque esté llena todos los fieles puedan ver y oir al imán.
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Vista del interior y de parte del mihrab |
En una de las esquinas se encuentra el pabellón real, que no pudimos visitar. Consta de una plataforma, un palco y dos pequeñas habitaciones. La sala real tiene diez columnas de mármol y un mihrab.
Para entrar en esta mezquita, como en la mayoría de templos religiosos, se tiene que llevar ropa adecuada. En el caso de no llevar las piernas y los hombros tapados te ofrecen todo lo necesario para taparlos, sobre todo en el caso de las mujeres. También se debe entrar descalzo. Durante las horas de culto la mezquita está cerrada al turismo.
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Trini (con los hombros tapados) y Àlex (con los zapatos en la mano) en el interior de la mezquita |