Este era el último día en ruta por Escocia para los Janonautas. Tras el paso por los Borders llegaríamos a Edimburgo donde dormiríamos. Pese a ser el último día era uno de los trayectos más largos, en cuanto a kilómetros y horas de coche, de todo el viaje. Íbamos a atravesar Escocia de oeste a este, visitando algunas de las abadías más famosas de la zona de los Borders. Realizaríamos una visita a la Rosslyn Chapel y al final regreso a Edimburgo. Los Borders son la frontera entre Escocia e Inglaterra y ha sido históricamente un área de conflicto y de guerras fronterizas. Por ello en esta zona abundan ruinas de edificios antiguos arrasados por los ingleses durante estos conflictos.
A las 7:30 horas nos levantamos. Habíamos dormido muy bien y el famoso fantasma del Culzean Castle no nos había molestado. A las 8:00 teníamos la reserva del desayuno en el salón del castillo. Además de un desayuno tipo buffet había la posibilidad de pedir platos calientes. El desayuno excelente como todo en el castillo. Si alguna vez queréis vivir una experiencia como esta los Janonautas os recomendamos el Culzean Castle sin duda.
El recorrido del día era el siguiente:
Hasta nuestro primer destino nos esperan 196 kilómetros de recorrido que realizamos en unas tres horas. Por la zona que circulamos no había ninguna vía rápida, todas eran carreteras secundarias.
Jedburgh Abbey
Nuestra primera parada era la impresionante
Jedburgh Abbey. Esta abadía fue fundada en 1138 por monjes agustinos, que provenían del norte de Francia, en tiempos del rey David I. Se construyó sobre un edificio religioso de origen celta.
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Jedburgh Abbey |
Se trata de una de las cuatro abadías del siglo XII que destacan en la zona de los
Borders, junto a la de Melrose, Dryburgh y Kelso.
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Àlex y Clàudia en el interior de la Jedburgh Abbey |
Al entrar al recinto lo primero que encontramos fue el centro de información, en el que había una exposición que explicaba cómo vivían los monjes agustinos que la habitaron a través de figuras de cera ataviadas con hábitos y explicaciones de las actividades que realizaban. También había una maqueta de cómo era la abadía cuando estaba en pie. La entrada está incluida en la
Scotland Explorer Pass.
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Maqueta de la abadía |
De la abadía se conservan en pie los laterales, las torres y parte de la iglesia ya que todo lo demás fue destruido en diferentes épocas. Aún así la visión de la abadía es impresionante.
Durante las guerras de independencia del siglo XIV los monjes
tuvieron que abandonar el edificio durante un tiempo. Las incursiones y
ataques se incrementaron a partir del siglo XVI y la reforma protestante
de 1560 llevó a la desaparición de esta abadía por orden de Enrique
VIII.
La nave central era de estilo gótico y se conservan sus grandes arcos ojivales. A cada lado de la nave se conservan dos torres.
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Nave central y una de las torres de la abadía |
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Detalle de la torre este |
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Arcos ojivales típicos de la arquitectura gótica |
En la torre oeste de la nave destaca el rosetón, ya sin vidrieras, que la iluminaba.
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Torre oeste de la Jedburgh Abbey |
En el recinto de la abadía había una iglesia, dedicada a la virgen María, que no está totalmente destruida. No pasa lo mismo con el claustro del que sólo quedan las ruinas.
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Exterior de la iglesia de la abadía |
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Aún se conservan las vidrieras de la iglesia |
En la capilla de esta abadía se celebraron, entre otros actos importantes para la historia de
Escocia, la coronación del rey Malcolm IV en 1153 y la boda, en segundas nupcias, del también rey Alejandro III en 1285.
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Detalle del techo de la capilla |
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Restos del claustro |
Junto a la abadía había un cementerio en el que reposan los restos de muchos de los monjes que la habitaron así como los de dos obispos de
Glasgow.
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Cementerio de la Jedburgh Abbey |
Tras visitar la magnífica abadía seguimos nuestro camino hacia
Melrose. La distancia no es mucho entre las dos abadías, las separan tan solo 22 kilómetros.
Melrose Abbey
El pueblo de
Melrose es muy pequeño y lo único interesante que tiene es su famosa abadía. Pues bien, al entrar en el pueblo no está indicada la abadía por ningún sitio. Entramos por la calle principal y salimos del pueblo sin ver una sola indicación. Así que dimos la vuelta y volvimos a entrar, pensábamos que éramos nosotros los que no habíamos estado atentos, pero no, la abadía no estaba indicada. Vimos una indicación de parking y nos fuimos hacía allí, aparcamos el coche y nos acercamos a una valla de hierro que limitaba el parking con un parque infantil. Cual fue nuestra sorpresa al encontrarnos de frente con las hermosas ruinas de la
Melrose Abbey.
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Melrose Abbey |
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Así de contenta se puso Clàudia cuando, por fin, encontramos la abadía |
La abadía fue construida en 1136 por monjes pertenecientes a la Orden del Císter por encargo del rey David I. La nueva construcción reemplazó a un antiguo monasterio del siglo VI y pasó a ser la sede de la orden cisterciense en
Escocia. La entrada está incluida en la
Scotland Explorer Pass.
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Entrada a la Melrose Abbey |
La construcción de la abadía se alargó durante 50 años.
En su tiempo se trató de la abadía más rica de la zona y una de las más importantes de Escocia.
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Clàudia y Àlex ante las ruinas de la abadía |
A diferencia de las ruinas de la
Jedburgh Abbey el tono de la piedra es rosáceo. Los expertos hablan de ella como la abadía más bella de la zona de la frontera. Las ruinas dan fe del grado de devastación que causaron las invasiones inglesas.
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Detalle de las ruinas de la abadía |
Esta abadía sufrió incursiones por parte de las tropas inglesas entre los años 1322 y 1385. El golpe definitivo, que acabó con su abandono, se produjo en 1545 debido a la ya conocida política destructiva de Enrique VIII conocida como
Rough Wooing (cortejo salvaje). Esta política era la venganza del monarca a la negativa de los escoceses a ratificar el matrimonio entre su hijo y María Estuardo.
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En las ruinas se puede apreciar el estilo gótico de la abadía |
De esta abadía quedan en pie el esqueleto de los claustros y algunos edificios monásticos, como la cocina y parte de la iglesia.
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Parte de la iglesia que sigue en pie. En ella destaca sus elevadas ventanas |
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La parte norte de la abadía es la que se conserva mejor |
A través de una estrecha escalera se puede subir a una torre. Desde allí se tienen unas bonitas vistas de los edificios que componen la abadía así como del cementerio que la rodea.
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Vistas desde la torre |
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Desde la torre se puede acceder a un pequeño campanario |
En la parte sur de la abadía se conservan numerosas gárgolas. Entre las más conocidas está el cerdo tocando la gaita.
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Cerdo tocando la gaita |
En 1920 entre las ruinas se encontró un corazón embalsamado que seguramente perteneció al rey Robert de Bruce. Este monarca fue el principal benefactor de esta abadía.
El cementerio que se distribuye alrededor de la abadía conserva, entre otros monarcas, los restos del rey escocés Alejandro II.
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Cementerio de la abadía |
Una vez finalizada la visita de esta bella abadía, y antes de volver al coche, compramos en el pueblo nuestro último
meal deal del viaje. Nuestro próximo destino era la
Rosslyn Chapel a unos 60 kilómetros de
Melrose y muy cerca ya de
Edimburgo.
Rosslyn Chapel
Al llegar al pueblo de
Roslin seguimos las indicaciones de la
Rosslyn Chapel. Desde
Edimburgo se puede llegar con el autobus número 15.
Esta pequeña capilla del siglo XV se ha hecho famosa por ser uno escenario de la película "El Código Da Vinci" protagonizada por Tom Hanks y que se basó en el famoso libro de Dan Brown del mismo título. Esto ha hecho que este pequeño e interesante lugar se convierta en una turistada.
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Exterior de la Rosslyn Chapel |
Han rodeado la capilla con unos muros altos y se tiene que pagar una desorbitada cantidad de libras para entrar. Antes era un monumento gratuito. Y sólo se pueden hacer fotos del exterior, en el interior está prohibido. La manera de protestar de los
Janonautas fue no entrar. Hicimos fotos desde el exterior y tomamos camino hacia
Edimburgo.
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Detalle del exterior de la famosa capilla |
Regreso a Edimburgo
Una vez en
Edimburgo nos dirigimos al hotel donde nos íbamos a alojar. No era el mismo que al inicio del viaje. Se trata del
Carlton Hotel y está situado en el mismo centro del
Old Town de
Edimburgo, junto a la
Royal Mile. Nos registramos, dejamos las maletas en la habitación, y nos fuimos a devolver el coche a las instalaciones de Europcar en la estación de Waverley muy cercana al hotel.
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Vista exterior del Carlton Hotel |
El
Carlton Hotel era de una categoría superior al que nos habíamos alojado dos semanas antes
, pero no por esto era mejor. La habitación no era muy amplia y la decoración era muy antigua. La segunda cama era un plegatín.
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Nuestra habitación en el Carlton Hotel |
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Vista de la Royal Mile desde nuestra habitación |
Dencansamos un rato en el hotel. El día había sido duro y las horas de ruta nos habían dejado exhaustos. Salimos a pasear por el centro que estaba muy animado. Se seguía celebrando el
Edinburgh Festival y las calles estaban tomadas.
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Paseando por la Royal Mile |
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Volvimos a Victoria Street |
Cuando se va haciendo de noche el ambiente jovial y alegre del día se va deteriorando y las jarras de cerveza hacen mella en la gente. Aprovechamos para hacer algunas fotos de noche y muy cansados nos volvimos al hotel.
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Edinburgh Castle |
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La noria de Princess Street al atardecer |
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Los fuegos artificiales con los que finaliza la Military Tattoo |
Enlaces de interés:
Gastos del día:
- Souvenirs: 4 libras
- Combustible: 76 libras
- Meal deal: 9 libras
- Carlton Hotel: 227,5 libras habitación triple con desayuno
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