El que era nuestro último día en Edimburgo, antes de empezar la ruta en coche por Escocia, amaneció lluvioso. Los Janonautas volvimos a madrugar para aprovechar al máximo el día y a las 7:30 horas estábamos ya levantados. La jornada de hoy queríamos empezarla desayunando en un lugar especial, The Elephant House (21 George IV Bridge), la cafetería en la que J.K. Rowling escribió el primer libro de Harry Potter. Clàudia era muy aficionada a las novelas y películas del joven mago y tenía la ilusión de visitar este sitio. Tras preparar los impermeables salimos a la calle y una lluvia suave nos recibió. La temperatura no era fría y dando un tranquilo paseo llegamos hasta el local en el que íbamos a desayunar.
The Elephant House es un local de visita obligada para los seguidores de Harry Potter. Hay fotos de la escritora en diferentes zonas del restaurante y los lavabos están llenos de mensajes escritos en puertas y paredes.
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Fotografías de J. K. Rowling en el interior del local |
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Mensajes escritos en los lavabos de The Elephant House |
La cafetería tiene mesas en la zona de la barra y un comedor amplio y luminoso en el interior decorado con cuadros y fotos de elefantes.
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Comedor interior de The Elephant House |
Pedimos nuestro desayuno en la barra y como había bastante sitio libre nos sentamos en una mesa muy bien situada en el comedor interior. Por los ventanales veíamos la lluvia que seguía cayendo sobre la ciudad y alargamos el tiempo del desayuno esperando que amainase.
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Clàudia en el interior de The Elephant House |
Como el cielo seguía muy encapotado, y no parecía que fuese a parar de llover a corto plazo, cambiamos un poco el plan del día y decimos visitar el Museo Nacional de Escocia, que estaba a pocos metros de The Elephant House. El museo abría sus puertas a las 10 horas y la entrada era gratuita. Está formado por dos edificios unidos y fue inaugurado en 1998.
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Exterior del Museo Nacional de Escocia |
Al entrar nos recomiendan dejar las pertenencias en la consigna del museo. Subimos por unas escaleras y nos encontramos con el impresionante
hall.
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El impresionante hall del Museo Nacional de Escocia |
El
hall está construido en tres niveles a la vista en forma de balconadas que
recuerdan las casas de estilo francés de New Orleans. El techo es una
gran claraboya. Las diferentes galerías parten todas del
hall y se comunican entre ellas.
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Detalle de la claraboya del techo del Museo Nacional de Escocia |
En uno de los laterales se encuentra
La Torre del Reloj del Milenio. Se trata de una construcción de diez metros de altura que además de funcionar como reloj resume lo mejor y lo peor del siglo XX. Está dividida en cuatro partes como si fuera una iglesia: la cripta, la nave, el campanario y el capitel. Los materiales de construcción son la madera, el vidrio y el metal. Se construyó en 1999.
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Detalle de la Torre Reloj del Milenio |
Empezamos a visitar las diferentes galerías del museo. En la
Galería del Mundo Natural había cientos de animales disecados y explicaciones sobre animales de todo el mundo con diversas zonas interactivas.
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Galería del Mundo Natural |
En la Galería de Culturas de Mundo se pueden visitar diferentes países sin salir del museo gracias a las piezas expuestas. Hay que destacar la gran exposición sobre temas egipcios.
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Buda expuesto en la Galería de Culturas del Mundo |
En la Galería de Ciencia y Tecnología destaca la oveja Dolly disecada. Fue el primer mamífero clonado a través de una célula adulta y sus creadores fueron dos científicos escoceses.
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La oveja Dolly expuesta en la Galería de Ciencia y Tecnología |
En la Galería de la Tierra y el Espacio se explora el Universo y la Tierra. En esta zona está el planetario y el telescopio de Schmidt.
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Clàudia de astronauta en el Espacio |
En la Galería de la Historia de Escocia se explican los acontecimientos históricos más importantes del país desde los primeros pobladores hasta nuestros días pasando por los siglos en los que fue un estado independiente.
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Clàudia ante unas espadas de la Galería de la Historia de Escocia |
Entre los objetos expuestos se encuentran once piezas del Ajedrez de Lewis, las 80 restantes están expuestas en el Museo Británico de Londres. Las piezas, de gran valor, fueron talladas en marfil de morsa en el siglo XII por los noruegos y se encontraron en la playa de Uig en la Isla de Lewis.
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Piezas del Ajedrez de Lewis |
También hay una réplica de la tumba de María Estuardo cuyo original está en la
Abadía de Westminster en Londres.
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Réplica de la tumba de María Estuardo |
En el último piso hay una terraza con vistas a la ciudad y un famoso restaurante.
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El Castillo de Edimburgo desde la terraza del Museo Nacional de Escocia |
En el museo estuvimos aproximadamente dos horas. La caminata por el museo nos había dejado exhaustos. Es una cosa muy habitual que al visitar un museo nos cansemos más que dando una larga caminata por la ciudad y acabemos con la zona lumbar dolorida.
Cuando salimos había dejado de llover pero el cielo estaba todavía muy gris. Durante el día volverían a caer algunos chaparrones de poca intensidad que se intercalarían con otros momentos de radiante sol.
Nos fuimos directos a Princes Street para hacer una comida rápida, y barata, en un McDonald's antes de afrontar la subida a Calton Hill, otro de los lugares de interés de la ciudad. Calton Hill es una colina, situada al este de la New Town, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además de
ser conocida por las vistas que ofrece de la ciudad, es la ubicación de
monumentos emblemáticos de Edimburgo.
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Calton Hill |
Al iniciar la subida a la colina lo primero que nos encontramos fue el Old Calton Cemetery. Este cementerio se construyó en 1718 y fue modificado un siglo después para la construcción de una carretera.
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Old Calton Cemetery |
En el cementerio está el famoso Obelisco Negro que fue erigido en honor a los fallecidos por sus creencias políticas. Este tipo de muertes desgraciadamente se siguen produciendo 300 años después.
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Obelisco negro |
Aquí se encuentra también la tumba, de estilo neoclásico, del famoso filósofo David Hume.
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Tumba de David Hume |
Tras la corta visita al Old Calton Cemetery continuamos hasta llegar por fin a Calton Hill. Lo primero que vemos es el Dugald Stewart Memorial, un pequeño templo circular dedicado al filósofo escocés Dugald Steward que fue construido en 1931. Está inspirado en la arquitectura de la Antigua Grecia. El diseñador, William Henry Playfair, es el mismo que diseñó el cercano National Monument del que os hablaremos más adelante.
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Dugald Stewart Memorial |
Seguidamente vemos un edificio en forma de enorme catalejo. Es el Nelson's Monument que se construyó en 1815 para conmemorar la victoria británica en la batalla de Trafalgar capitaneada por el Almirante Nelson. Se pude subir a su base superior a través de 170 escalones pero sus vistas no son muy distintas de las que se pueden disfrutar desde la cima de la colina.
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Clàudia ante el Nelson's Monument |
El National Monument es un panteón inacabado que iba a servir para honrar a los caídos en las guerras napoleónicas. La construcción se inició en 1826 pero los fondos se acabaron y se dejó en este estado. Durante muchos años los ciudadanos de la ciudad lo llamaron "la vergüenza de Edimburgo" pero poco a poco se han ido acostumbrando a él y ahora son unos restos muy apreciados.
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National Monument |
Desde la cima de la colina pudimos apreciar las maravillosas vistas. Lástima que el cielo estuviera tan gris.
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Vistas de la ciudad desde Calton Hill |
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Vistas del Castillo de Edimburgo y del Obelisco Negro desde Calton Hill |
Bajamos nuevamente hacia Princes Street. Al principio de la avenida tenemos una buena vista de la Torre del Reloj del Hotel Balmoral, el Monumento a Sir Walter Scott y la noria alineados.
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Principio de Princes Street |
Nos acercamos hasta
los Princes Street Gardens que, como ya habíamos comentado en una
entrada anterior, separan la
Old Town de la
New Town. Los jardines están muy bien cuidados y suponemos que el tiempo escocés debe ayudar mucho a la conservación de los espacios verdes.
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Princes Street Gardens |
Los jardines tienen una extensión de 150.000 m2 y están separados en dos partes por el edificio de la
Galería Nacional de Escocia (
The Mound). Se inauguraron en 1820 tras drenar el lago que había y que estaba muy contaminado tras años de recibir las aguas residuales de la
Old Town.
Aunque el día no acompañaba, la zona estaba llena de gente tumbada en la hierba, jugando y comiendo. Su céntrica situación convierte a estos jardines en un destino muy popular entre los habitantes de
Edimburgo. Los
Princes Street Gardens están vallados y tienen varias puertas de acceso. Están abiertos al público desde las 7 de la mañana y la hora de cierre depende de la época del año (en agosto cerraban a las 22 horas).
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Parterres en Princes Street Gardens llenos de gente |
En los jardines hay estatuas dedicadas a figuras importantes de la historia de
Escocia. Pudimos ver las de David Livingstone, el Dr. James Young Simpson y Adam Black entre otros. También hay monumentos dedicados a los escoceses caídos en las distintas guerras y otros más alegóricos.
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Genio de la Arquitectura coronando a la Teoría y a la Práctica del Arte |
Pasamos por el famoso
Reloj de Flores. Este reloj es el más antiguo del mundo de este tipo: se plantó por primera vez en 1903 y está formado por 3000 plantas de diferentes especies.
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Reloj de Flores |
Más adelante nos encontramos con la antigua casita del jardinero que se conserva en muy buenas condiciones.
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Casita del jardinero |
Mientras paseábamos por los jardines se nos acercaron algunas ardillas buscando comida. Es increíble cómo estos pequeños animales se han acostumbrado a los humanos cuando están en parques urbanos y no tienen miedo de acercarse.
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Ardilla juguetona |
El paseo nos llevó hasta Ross Fountain, el monumento más importante de los jardines. La fuente fue instalada en 1872 y procedía de la Expo de Londres celebrada en 1862. Allí fue comprada por el filántropo y fabricante de armas escocés Daniel Ross. Está hecha de hierro y sus cuatro figuras femeninas representan las Artes, la Poesía, la Ciencia y la Industria. Además hay esculpidas varias sirenas y otra figura femenina en lo más alto de la fuente. Desde aquí hay otra bonita vista del Castillo de Edimburgo.
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Clàudia y Trini ante la Ross Fountain |
Tras finalizar el paseo por los jardines nos dirigimos nuevamente a la Royal Mile. Subimos por Advocate's Close, uno de los antiguos callejones (closes) que iban desde el antiguo lago (actualmente la zona de Princes Street Gardens) hasta la Royal Mile.
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Parte superior del Advocate's Close |
A las 18:15 horas teníamos reservado el tour de Mary King's Close e hicimos tiempo hasta esa hora paseando por la Royal Mile y disfrutando del ambiente del Edinburgh Festival.
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Letrero de entrada al Mary King's Close |
Entramos en el edificio que anunciaba el tour y tras atravesar un pequeño jardín accedimos a la tienda de souvenirs de
Mary King's Close que es donde se inicia la visita. El tour se puede hacer con un guía español y dura aproximadamente una hora. Nos enseñó cómo era la vida en los callejones (
closes) de
Edimburgo en los siglos XVI y XVII. Accedimos a algunas casas de la época y pudimos hacernos una idea de como eran las condiciones de vida.
Una de las explicaciones más interesantes es la de la época de la peste negra, que redujo a la mitad la población de los
closes. Visitamos un tramo de la
Mary King's Close que quedó cerrado cuando se expropiaron las viviendas para usarlas como cimientos de la construcción del nuevo Ayuntamiento (
City Chambers). Cuando vimos la altura de los edificios y la estrechez del
close pensamos que los habitantes de aquella época tampoco debían tener mucha luz natural durante el día. No está permitido hacer fotos durante el tour.
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Parte de la visita al Mary King's Close (foto de la página web de la empresa) |
Las condiciones de salubridad eran pésimas. Los closes eran todos en pendiente, no había alcantarillado y las aguas residuales se tiraban calle abajo con destino al lago. En la zona junto a la Royal Mile estaban las casas de pocas plantas o planta única y conforme se descendía por el callejón iban aumentando los pisos. En la zona más cercana al lago podían llegar a tener una altura de hasta trece plantas.
Las explicaciones del guía han sido muy interesantes y didácticas, con algunos toques de humor. Nos han sobrado los aspectos más sobrenaturales, con historias de fantasmas y apariciones. Es una visita que merece mucho la pena y que los Janonautas recomendamos.
Una vez finalizado el tour nos dirigimos a las oficinas de Eurocap en
Waverley Station a recoger el coche que habíamos alquilado para la ruta por las
Highlands. Nos dieron un V
olkswagen Golf gris plateado nuevecito. El único inconveniente que le vimos fue que el maletero era un poco pequeño para todo el equipaje que llevábamos pero nos apañamos bien. Conducir por la izquierda no fue demasiado complicado y en 20 minutos estábamos aparcados en la puerta del hotel.
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Nuestro coche para la road trip por Escocia |
Tomamos algo de cena en el hotel y acabamos de preparar todo lo necesario para iniciar a la mañana siguiente nuestra aventura por las
Highlands de Escocia.
Gastos del día:
- Desayuno en Elephant House: 19 libras
- Tentempié de bebidas en el Museo Nacional de Escocia: 5,5 libras
- Consigna Museo Nacional de Escocia: 2 libras
- Comida en McDonald's: 22 libras
- Tour Mary King's Close (reservado por internet): 34,25 libras
Etiquetas: Diarios de Viajes, Edimburgo, Escocia, Europa, Experiencias, Highlands, Museos, Reino Unido